Classement Général
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1ª: Sábado 1 de julio. Bilbao – Bilbao (182 km)
El Tour llega por primera vez a Bilbao. Sin embargo, la ciudad constituye el epicentro de la rica historia del ciclismo vasco, cuyos talentos han contribuido a la fama del pelotón español. Bilbao ha figurado en el recorrido de 35 ediciones de la Vuelta, que, además, fue organizada por El Correo Español del Pueblo Vasco, con sede en esta misma ciudad, de forma ininterrumpida desde 1955 y 1978. En el siglo XXI, solo el guipuzcoano Igor Antón en 2011 y Philippe Gilbert en 2019 han tenido el privilegio de levantar los brazos en una meta de la Vuelta en Bilbao. En 2023, se otorgará el primer maillot amarillo de la 110ª edición del Tour de Francia al término de un recorrido en bucle con salida y llegada en Bilbao, trazado en Vizcaya y que pasará, entre otros, por Guernica. Su ganador deberá mostrar sus cualidades de atacante para aguantar en una etapa rompepiernas e imponerse frente a sus rivales en una meta en lo alto de una pendiente con un desnivel de un 5%. 2ª: Domingo 2 de julio. Vitoria Gasteiz – San Sebastián (209 km)
Al día siguiente, el pelotón pasará parte de la jornada en Álava, empezando por la capital, Vitoria-Gasteiz. En 1977 el Tour de Francia permitía consagrarse con una victoria aquí a José Nazabal, el único vasco que ha ganado una etapa de la ronda gala en estas tierras. Resultará poco probable que una fuga en solitario goce de la misma indulgencia en su recorrido hacia San Sebastián, donde Miguel Induráin se imponía en el prólogo del Tour en 1992. El escenario de la segunda etapa debería asemejarse más al de la Clásica que se celebra tradicionalmente tras el Tour. Será en el Jaizkibel donde podría sentenciarse la victoria, justo antes de entrar en la capital guipuzcoana. 3ª: Lunes 3 de julio. Amorebieta – Bayona (185 km)
La estancia del Tour de Francia 2023 en Euskadi terminará con una salida en Amorebieta-Etxano en Vizcaya. Esta etapa rumbo a Francia podría resultar más favorable para los equipos de los sprinters. En cualquier caso, contarán con todas las bazas para controlar la carrera en este recorrido por la costa que les permitirá de nuevo pasar por San Sebastián. La despedida del País Vasco se realizará tras partir de la ciudad fronteriza de Irún, rumbo a… 4ª: Martes 4 julio. Dax – Nogaro (182 km)
Se presenta el escenario perfecto para una revancha entre sprinters. Sin embargo, el terreno accidentado de Gers también podría favorecer una pequeña fuga. Sus componentes deberán cooperar si desean aguantar frente al pelotón y medirse en una llegada en el circuito automovilístico de Nogaro, decorado que dará un sabor particular a la victoria del día. Por su parte, los bólidos del pelotón tendrán ganas, sin duda alguna, de enfrentarse en la recta final de 800 metros. 5ª: Miércoles 5 julio. Pau – Laruns (165 km)
Ante la primera cita de la montaña todavía quedarán abiertas muchas interrogantes. Y no serán pocas las respuestas sobre la condición de los aspirantes al título que proporcionarán las subidas al puerto de Soudet y luego a Marie Blanque, aunque el terreno no se prestará aún a ofensivas de gran envergadura. 6ª: Jueves 6 julio. Tarbes – Cauterets-Cambasque (145 km)
Prosigue el desafío pirenaico con un itinerario en el que los corredores con la mirada puesta en la victoria final deberán lidiar con los puertos de Aspin y del Tourmalet. Un programa de alta montaña que podría despertar también el gran interés de otros corredores. Los atacantes con buenas piernas podrían intentar hacerse con el maillot amarillo, puesto que la subida a la meseta de Cambasque no constituye un obstáculo insalvable, una pendiente media de 5,4% durante 16 kilómetros. 7ª: Viernes 7 julio. Mont-de-Marsan – Burdeos (170 km)
En la visita del departamento de las Landas las fugas no podrán hacerse grandes ilusiones, puesto que el perfil invitará a los equipos de sprinters a controlar la carrera. Los dos kilómetros en línea recta por los muelles resultarán propicios para desplegar su velocidad máxima y volar hacia la meta cerca de la plaza de los Quinconces, considerada por los bordeleses como la más grande de Francia. 8ª: Sábado 8 julio. Libourne – Limoges (201 km)
Los sprints se suceden, pero no tienen por qué parecerse. Aunque Limoges puede deparar sorpresas, la meta del día estará reservada más bien a los sprinters más explosivos, capaces de aguantar una subida escalonada corta, pero difícil, para imponerse al final. 9ª: Domingo 9 julio. Saint-Léonard de Noblat – Puy de Dôme (184 km)
Nadie duda de que la emoción de regresar al Puy de Dôme 35 años después abrirá la sed de victoria de los escaladores de pura cepa. El relieve accidentado de Auvergne se habrá asegurado de desgastar las piernas de los aspirantes antes del asalto de esta cumbre temida y majestuosa. En los últimos 4 kilómetros, para rematar una jornada con 3.600 metros de desnivel acumulado, la media de la pendiente roza el 12%. Lunes 10 julio. Descanso en Clermont-Ferrand
10ª: Martes 11 julio: Vulcania – Issoire (167 km)
Tras una bien merecida jornada de descanso en Clermont-Ferrand, hará acto de presencia el Macizo Central. Pocos serán los que podrán colarse en la fuga. Sin embargo, en la Cadena de los Puys se operará una criba de los cazaetapas a favor de los más robustos antes de llegar a Issoire. 11ª: Miércoles 12 julio. Clermont Ferrand – Moulins (180 km)
Se prepara una jornada histórica: con la llegada a Moulins, la Grande Boucle habrá visitado todas las prefecturas de la Francia continental. Aunque las carreteras de Allier minarán poco a poco las reservas de los corredores en las reiteradas subidas «rompepiernas», la recta final de 1.300 metros en el centro de la ciudad hará las delicias de los sprinters. 12ª: Jueves 13 julio. Roanne – Belleville-en-Beaujolais (169 km)
Uno de los momentos críticos de esta etapa de media montaña será la formación de una escapada. La ruta entre viñedos del Beaujolais podría verse marcada por mucha acción antes de las subidas a los puertos de la Croix Montmain y de la Croix Rosier. Un final en alto presenta el escenario perfecto para un sprint en «petit comité». 13ª: Viernes 14 julio. Châtillon-sur-Chalaronne – Grand Colombier (138 km)
El formato dinámico de esta etapa que discurre exclusivamente por Ain deja poco margen a las dudas. Los corredores deberán afilar las piernas en la subida a la meseta de Hauteville-Lompnes, aunque la gran cita de los favoritos del Tour, después de visitar Culoz, será la ascensión de la «Pirámide de Le Bugey» con 17,4 km con una pendiente media de 7,1%, en la que deberán jugar todas sus bazas. 14ª: Sábado 15 julio. Annemasse – Morzine (152 km)
Resulta poco probable que los corredores puedan disfrutar de las vistas al lago Léman al inicio del recorrido, puesto que tendrán la mente ocupada en los 4.200 metros de desnivel acumulado, sobre todo las ascensiones a los puertos de la Ramaz y de Joux Plane. También serán conscientes de la necesidad de hacer gala de sus dotes de bajada, si desean alcanzar en Morzine los laureles de la victoria. 15ª: Domingo 16 julio. Morzine – Saint-Gervais Mont-Blanc (180 km)
Como colofón de una semana exigente, se ofrece un decorado perfecto para una pugna entre líderes. La visita particularmente jalonada de la Alta Saboya llevará a los corredores al Col de la Forclaz de Montmin, luego a la Croix Fry y a los Aravis. En la subida final a Le Bettex se asestarán los golpes más duros en la cota de los Amerands, donde algunos tramos alcanzan los 17% de pendiente. Lunes 17 julio. Descanso en Saint-Gervais Mont-Blanc
16ª: Martes 18 julio. Passy – Combloux. 22 kms contrarreloj individual
La única contrarreloj de la edición 2023 se verá caracterizada por su corta duración y por un perfil que resultará beneficioso para los escaladores que se sientan cómodos con este ejercicio en solitario. En el programa de la jornada se incluye la célebre ascensión de Domancy. Sin embargo, será la ocasión de que el corredor que vista de amarillo afirme su superioridad o de que sus rivales inicien una reconquista que podría durar toda la semana. 17ª: Miércoles 19 julio. Saint-Gervais Mont-Blanc – Courchevel (166 km)
La etapa se presenta como un gran reto, con más de 5.000 metros de desnivel que padecer o aprovechar a lo largo de toda la jornada. En el tramo final, se visitará de nuevo el impresionante Col de la Loze antes de bajar a Courchevel, para la batalla final en la pista del altipuerto con un 18% de desnivel.
18ª: Jueves 20 julio. Motiers – Bourg en Bresse (186 km)
Los sprinters habrán necesitado mucha determinación para aguantar el shock del paso del Tour por los Alpes. Su recompensa será una etapa con un itinerario que evita las subidas y que facilitará su retorno a un primer plano. En el último kilómetro en línea recta, podrán volver mostrar su velocidad máxima. 19ª: Viernes 21 julio: Moirans-en-Montagne – Poligny (173 km)
La etapa serpentea entre numerosos lagos del Jura, sin buscar a aventurarse por las cumbres del departamento. La subida de Ivory, situada a unos treinta kilómetros de la meta, no evitará que los sprinters puedan disfrutar de una larga pista de lanzamiento: más de 8 kilómetros de recta final. 20ª: Sábado 22 julio. Belfort – Le Markstein (133 km)
La víspera de la meta final depara un menú alsaciano que podría provocar alguna que otra indigestión, también en este formato acortado en el que la escalada acumulada alcanzará los 3.600 metros. Si la batalla por el maillot amarillo sigue abierta, todo es posible: tras el Ballon d’Alsace, surgirán oportunidades para ataques en el Col de la Croix des Moinats, un poco más lejos en el Col de Grosse Pierre y luego en la Schlucht antes de encarar el Petit Ballon y el Platzerwasel.
21ª: Domingo 23 julio. Velódromo Saint-Quentin-en-Yvelines – París Campos Elíseos (115 km)