Monumental. Coppi, Bartali, Binda, Merckx, Gimondi... y Joaquim Rodríguez, el Purito. La Flecha-Valona, segundo en el Giro, tercero en la Vuelta y otro extraordinario triunfo en Lombardía. La primera española en 106 años de la Clásica de las Hojas Muertas. Un triunfo bajo la lluvia y espectacular. Histórico. "La victoria de mi vida", exclamaba en meta empapado, sin gafas, las tiró a la cuneta y sin bidón, lo lanzó al aire cuando cruzaba la meta en Lecco. El número uno del mundo.
Su éxito en Lombardía resume su temporada y su carácter, sus virtudes y su inteligencia. El catalán del Katusha atacó en la parte más dura de Villa Vergano, en una pared del 15%. Explosivo como siempre. El mejor en las distancias cortas y empinadas. No miro hacía atrás, aunque luego confesó que esperaba que alguien le alcanza. Bajo el aguacero pedaleó hacia la historia. Ni Gilbert, caído, ni Contador, acotado por la lluvia. Purito, el Grande.
Menudo, "una ratilla" como se ha definido alguna vez. No llega a 1,70 metros, tampoco a los 60 kilos. Escalador. Y con una cabeza privilegiada, tan importante o más que el físico. Maduro a sus 33 años. En la cima de su carrera.
Simpático, deportivo como casi nadie. Hace su camino frente a la popularidad popular, y mediática, de Contador al que tuvo contra las cuerdas en la Vuelta. "Me ha ganado el mejor", destacó entonces. Reconoce sus errores y los asume. No se esconde cuando pierde y siempre sonríe, aunque luego llore en la almohada. Sincero y directo. Espontáneo. Con el plus de la experiencia que siempre llega con los años y cincela las cicatrices de la carretera, las de los malos momentos y las actitudes de otros. Sabio, él ha sabido centrarse en progresar para alcanzar su límite. A través del sacrificio, la pasión y la humildad. Purito, transparente, y Grande. Todos miraban al arcoíris de Gilbert y al brillo de Contador, su verdugo en la Vuelta y vencedor el miércoles de la Milán-Turín. Pero camino de Lecco, su enjuto cuerpo resplandeció y su rostro se iluminó. De nuevo, hinchado por la gloria, buscada y merecida. Il Lombardía era suyo. Purito, el Grande.
Sus apuestas en 2012 eran ambiciosas, sus amadas Ardenas, un podio en una vuelta de tres semanas, el mundial y Lombardía. Y vaya si los ha cumplido, venció en la Flecha-Valona, fue segundo en el Giro -a solo 16 segundos de Hesjedal- y tercero en la Vuelta -solo un Contador atrevido le arrebató la gloria camino de Fuente Dé en un día mágico del pinteño-. Por medio, ganó en la Tirreno-Adriático, la Vuelta al País Vasco, dos etapas en el Giro, tres en la Vuelta... Diez victorias, todas selectas del World Tour. Competitivo de marzo a septiembre. Y terminará como número uno, al igual que en 2010. “El año perfecto”, decía en meta. Casi, Purito. El 10 hubiera sido ganar el Giro y la Vuelta, los tuvo muy cerca y en sus piernas, pero terminaron con un regusto amargo.
Su confianza es absoluta. Entrena, trabaja y se cuida. Vida de monje. Y sabe aprovechar sus descansos, refugiado en su familia. Los resultados ahí están, una filosofía profesional indiscutible. Un salto de calidad indudable desde que en 2010 fichó por Katusha y dejó atrás su etapa en el Caisse d'Epargne. Quería crecer y caminar solo y con Valverde como jefe de filas era imposible.
Lombardía pone la guinda a tres temporadas extraordinarias en el Katusha y a un palmarés al alcance de muy pocos. Flecha y Lombardía le impulsan a lo más alto, además de sus podios en el Giro y la Vuelta, y sus triunfos de etapa en las tres Grandes y en París-Niza, País Vasco, Dauphiné, Tirreno-Adriático o Catalunya o bronce en el Campeonato del mundo de 2009.
Crece cada año. Para 2013 aún tiene objetivos. Grandes, como es él: su soñada Lieja, el mundial de Florencia, vestirse de amarillo en el Tour -ya ha sido líder en el Giro y la Vuelta- y por qué no subir al podio de la ronda francesa. Entonces, cerraría el círculo. ¿Alguien se atreve a apostar en su contra? Purito, un ciclista menudo que ha hecho respetar. Por su particular camino, el del empeño y la voluntad, y, afortunadamente para él, acompañado de un éxito indiscutible. Purito, el Grande.
Fin de temporada con la París - Tours. No hubo sopresas en la clasificación y todo quedó igual que como estaba al término de Il Lombardía.
Ahora toca pensar en la temporada 2013, que dará comienzo el Sábado 23 de Febrero con las Clásicas de Primavera con las pruebas La Drôme Classic, GP Nobili Rubinetterie-Coppa Papà Carlo-Coppa Città di Stresa y la Omloop Het Nieuwsblad Elite.
Saludos a todos, pasad buen año e id atando patrocinadores, reforzando el equipo y preparando las bicicletas.
Copa del Mundo 2012